Javiera habla de la importancia de la participación
“Lo que más me ha marcado es saber que tengo una voz y que mi voz cuenta… Una tiene que opinar y estar presente, no pueden excluirme de los temas que me interesan”. Javiera M., de 16 años de edad, quien cursa el grado tercero medio, en Arica, Chile, habla acerca de la importancia de la participación de niñas, niños y adolescentes (NNA), en temas como el cambio climático, violencia de las autoridades, migración, entre otros. Ella manifiesta que estos temas no se pueden discutir en un mundo adultocentrista, en donde no se les toma en cuenta solo por su edad, a pesar de que tienen mucha opinión que compartir.
Javiera vive con su mamá, padrastro y hermanos. Su familia la apoya al cien por ciento y la motivan para que esté abierta al cambio y así marcar la diferencia de la zona de confort donde a veces los adultos se posicionan, cómodamente, en temas de rigor, donde los NNA resultan afectados.
“Soy deportista, específicamente atletista, antes de la pandemia entrenaba todos los días, estaba muy motivada. También me gusta bailar”. Javiera es una joven alegre, con una gran sonrisa y ojos vivaces. A pesar de tener gustos muy propios de su edad, ella forma parte de la Red de ONG de Infancia y Juventud (ROIJ) y ahí participa activamente en el Consejo Intercultural de Niños Niñas y Jóvenes de Arica (CINNJA), ambas organizaciones forman parte de la Corporación de Formación Laboral al Adolescente (CORFAL). “Nos reunimos todas las semanas, ahí planificamos acciones, decidimos en qué actividades queremos participar”, afirma esta joven comprometida con los derechos de la niñez. Ella comenta que el rol de los NNA que participan en este grupo es la elaboración de proyectos y acciones con el fin de incidir políticamente en los tomadores de decisiones de su zona y, a través de la REDNNYAS, también a nivel latinoamericano.
Javiera asegura que su cambio más significativo viene de conocer la importancia de la participación en los espacios clave de su comunidad, su país y a nivel internacional, cuando se da la oportunidad. Ella inició a sus 14 años, ahora dos años después está plenamente agradecida por todo lo que ha aprendido: “Gracias a REDNNYAS he podido crecer más como persona. Yo era muy tímida, tenía pena de todo, siempre que había una persona adulta no quería hablar. Pero, aquí aprendí que todos debemos dar nuestra opinión y que nuestra opinión cuenta… El mundo no te enseña a participar, no es algo que te enseñan en la escuela. Aquí aprendí que es importante hacerlo”.
Javiera concluye diciendo que “todas las voces valen lo mismo y todas las voces se deberían de escuchar”, por eso ella quiere que todas las personas conozcan del trabajo que hacen desde la REDNNYAS y que su voz se escuche en el mundo.